El cuidado y mantenimiento de tu piscina en otoño es vital. Con el otoño aparecen las hojas secas, las lluvias y las temperaturas más frescas. Aunque ya no utilices tanto tu piscina, no debes olvidarte de su mantenimiento. Un buen cuidado durante esta temporada es clave para evitar problemas en invierno y tener el agua lista para el próximo verano.
En este artículo te explicamos cómo preparar tu piscina en otoño paso a paso, qué productos usar y por qué es importante seguir cuidándola incluso cuando no la utilizas.
Antes de bajar la actividad de mantenimiento, realiza una limpieza completa:
Retira hojas, insectos y restos orgánicos con el recogehojas.
Cepilla las paredes y el fondo para eliminar algas o residuos.
Aspira el fondo con un limpiafondos manual o automático.
Consejo: si las hojas caen con frecuencia, utiliza un cobertor de piscina de malla o invernal. Evitarás suciedad y evaporación de agua, y reducirás el consumo de productos químicos.
El equilibrio químico sigue siendo importante, incluso si no te bañas.
Asegúrate de mantener el pH entre 7,2 y 7,6 y aplica un tratamiento de cloro de choque para eliminar bacterias y materia orgánica antes del invierno.
Puedes utilizar un invernador para piscinas. Este producto previene la aparición de algas, cal y bacterias durante los meses fríos, manteniendo el agua transparente.
En Piscival encontrarás productos invernadores, reguladores de pH y cloro de mantenimiento de primeras marcas.
No apagues el filtro de golpe. Durante el otoño, es recomendable reducir el tiempo de filtrado progresivamente, por ejemplo 2 o 3 horas al día.
Además:
Limpia el prefiltro y la cesta del skimmer.
Realiza un contralavado para eliminar impurezas del filtro.
Vacía el agua del circuito si vives en zonas muy frías; para evitar daños por congelación.
El frío y la humedad pueden dañar bombas, filtros y robots. Guárdalos en un lugar seco y revisa que no quede agua en las tuberías o en la bomba. Si utilizas una cubierta de invierno, asegúrate de colocarla bien tensada para evitar roturas por el viento o acumulación de hojas.
Aunque no la uses, conviene revisar la piscina cada dos o tres semanas:
Controla el nivel de agua.
Revisa el pH y el cloro residual.
Limpia la superficie de hojas y suciedad.
Mantener una rutina básica de mantenimiento y limpieza te permitirá ahorrar tiempo y dinero en la próxima temporada de baño.
El mantenimiento de la piscina en otoño no requiere mucho tiempo, pero sí constancia y los productos adecuados. Con un poco de cuidado, conservarás el agua en buen estado y evitarás costosas reparaciones o tratamientos intensivos al comienzo del verano.
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